¿Para qué dormimos?
Durante el sueño solemos permanecer en reposo, sin embargo y al contrario de lo que pueda parecer, el sueño es un proceso activo. Casi todos habremos experimentado una mala noche alguna vez, y nos levantamos cansados, fatigados, embotados, a veces con dolor de cabeza, sintiéndonos enfermos…Debemos deducir entonces, que dormir y hacerlo correctamente es importante puesto que repercute durante el día.
Es cierto, durante el sueño ocurren procesos relevantes para la vida:
- Mantenimiento del nivel de metabolitos y reducción del estrés celular, eliminación de metabolitos a modo de “limpieza de basura” acumulada durante la vigilia.
- Mantener la integridad del sistema inmunológico, de nuestras barreras de defensa frente a infecciones.
- En niños favorece la plasticidad cerebral, la maduración del sistema nervioso y es el momento en que se secreta la hormona del crecimiento.
- Durante el sueño REM se consolida la memoria, eliminando lo que no necesitamos memorizar, por lo que es necesario para un correcto aprendizaje.
- Durante el sueño lento (no REM) se producen procesos que reponen el desgaste producido por la vigilia, y se prepara para la vigilia del día siguiente, a través de la reconstrucción de componentes celulares y moleculares.