Sueño y música
La calma que refleja la carita del bebe cuando se le susurra al oído una nana al mismo tiempo que se le mece, los brazos que le acunan y arropan, el ritmo del suave balanceo… todo tiene efectos relajantes y tranquilizadores que casi siempre acaban en un dulce sueño. Y para conseguir este descanso se ha usado, desde siempre, la música para tranquilizar y relajar. El ritmo y la armonía de estas canciones tienen, incluso, un genero musical propio: las nanas.
Todas las culturas tienen alguna canción para conciliar el sueño de los bebes. ¿No será esto suficiente argumento para asociar la música con el sueño?
Hoy , Día de la Música, me he animado a repasar las publicaciones científicas en busca de la confirmación. He localizado en la prestigiosa Colaboración Cochrane un metaanálisis (es decir, un riguroso análisis de otros análisis de varias publicaciones científicas), el título Music for insomnia in adults, que promete. Es relativamente reciente, de 2015, y su contenido es el siguiente:
El insomnio es uno de los trastornos del sueño más frecuentes, pues afecta a millones de personas independientemente de la edad y las características. El insomnio (del latín Insomium) significa, literalmente, “falta de sueño a la hora de dormir” . Este se define como una queja subjetiva, la dificultad para iniciar y/o mantener el sueño, produciéndose a pesar de tener las condiciones óptimas para dormir -una cama adecuada, oscuridad, ser de noche, sin ruidos ni luces, etc-.
Si a pesar de tener todas estas condiciones se tarda en conseguir dormir, y/o se producen despertares a lo largo de la noche o el despertar definitivo se produce demasiado pronto por la mañana, hablamos de insomnio. De día deben sentirse los efectos del problema, de manera que el insomne se siente cansado, fatigado, irritable y puede además experimentar otros síntomas como problemas de atención, memoria, nerviosismo, agitación, estado de animo bajo…
El insomnio se puede iniciar por algún problema importante o un cambio vital. También se asocia con enfermedades físicas y mentales, por ejemplo tras una cirugía, dolor crónico, trastornos de ansiedad, depresión, abuso de sustancias, etc.
Sea por alguna causa conocida, o bien por que poco a poco se instaura en la persona un problema de insomnio, el que lo padece sufre consecuencias diurnas importantes que afectan a su salud y calidad de vida.
Por ello, es relevante buscar una solución al insomnio. En la Unidad de sueño, el equipo multidisciplinar aborda el problema desde diferentes puntos de vista:
- El tratamiento farmacológico suele ser el más extendido, pero no por ello siempre el más eficaz. El uso de medicación para dormir tiene ventajas, indudablemente, pero a la larga pueden desaparecer o incluso volverse en contra.
- El tratamiento psicológico ofrece una solución eficaz para el insomnio persistente, e incluye terapia cognitivo conductual y otras estrategias . Requiere varias sesiones, tiempo e involucra activamente al insomne. Es hoy por hoy considerada como de eficacia probada y, por tanto, muy recomendable
A esta lista ,Cochran añade diferentes terapias complementarias basadas en la música. Diferentes estudios demuestran que escuchar música es una buena solución para combatir el insomnio en adultos. De hecho, suele usarse como autoayuda para mejorar el sueño.
La música se utiliza como terapia en diferentes áreas médicas. Por ejemplo, en caso de cáncer o problemas cardiacos se observa una mejoría adicionales al tratamiento médico.
¿Por qué ocurre esto? La revisión ofrece varios posibles motivos. Estudios clínicos demuestran que la música puede afectar al sistema nervioso autónomo, al estado de ánimo y a la atención.
En el caso del sueño, los autores afirman que la música tranquila favorece la relajación. Esto se debe a que reduce los niveles de cortisol (la hormona asociada al estrés), así como la tensión sanguínea y frecuencia cardíaca. Así, al disminuir el arousal o nivel de activación, se favorece el sueño. Otros autores relacionan escuchar música con la reducción de ansiedad y respuestas de estrés, favoreciendo la relajación que conduce al sueño. Una tercera opinión argumenta que la música puede servir de distracción, al focalizarse la atención en la música la persona no atiende a sus preocupaciones y pensamientos ansiosos, favoreciendo el sueño.
Sea como sea, la revisión concluye que escuchar música mejora la calidad del sueño de las personas que padecen insomnio, siendo una técnica sencilla y fácil de administrar. Eso si, todos están de acuerdo que el tipo de música debe ser relajante y sedante. No hay que preocuparse, muchos tipos de música cumplen estos criterios: música clásica, jazz, blues, música romántica, lenta, baladas….. Hay donde elegir y prácticamente para todos los gustos.
Si conseguimos dormir al bebe, ¿por qué no intentarlo con adultos? Lo importante es tener un sueño saludable, tanto en calidad y cantidad, consiguiendo mejorar la salud y una buena calidad de vida.
Dormir bien no es un sueño